I. ¡Oh Virgen de San Daniel, que en Ibdes aparecisteis¡ Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

II. Vuestra imagen, Virgen bella, quiso Dios que se copiase. Y que en el mundo quedase para que le honre con ella. Ibdes hoy, devoto y fiel, honra lo que en él pusisteis. Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

III. De sus ovejas Pastora Daniel os hace, y aprisa parte al lugar donde avisa del bien que le hacéis Señora. Que sois su hermosa Raquel dice el pueblo que elegisteis. Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

IV. En dichosa montaña que a todos hace favores, fue columna de esplendores cuya luz la tierra baña. Como la otra Israel vuestro pueblo condujisteis. Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

V. Ibdes, que de buscar trata ese Celestial tesoro, sus montes halló de oro, sus dehesas de fina plata. Templo, Altar, Ara, Dosel y Trono os dio, que escogisteis. Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

VI. Cada año en procesión, estimando esta visita, en vuestra devota ermita os hace visitación. Y dice con Isabel ¿De dónde tal bien hicisteis?

CUANDO HUBIERE SEQUÍA

VII. Vuestro pueblo pide agua en piadosas oraciones; ablande sus corazones el amor que el él se fragua. Dadles agua, por Aquel Verbo Eterno que paristeis. Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

VIII. ¡Oh Virgen de San Daniel, que en Ibdes aparecisteis¡ Pues tanto honrarle quisisteis, rogad Señora por él.

NOVENA_VIRGEN_1932